Absolut, quizá de manera ingenua (o acaso pretendiendo ingenuidad), tocó uno de los acontecimientos más decisivos de los últimos doscientos años en América, con un anuncio cuyo target inicial era el mercado mexicano: el mapa previo a la Guerra de Intervención. La mente hace el resto de las asociaciones: la apropiación, por parte de los Estados Unidos, de más de la mitad de lo que formaba el territorio de México a mediados del siglo XIX; un hecho que dio forma geográfica al imperio mundial que sobrevendría años más tarde.
Sin embargo, también es una herida difícil de cicatrizar, sobre todo para los mexicanos, porque desde las primeras clases de historia nos hablan de ello. Nos enseñan que nos "compraron" bajo términos infamantes (gracias a la rendición del quinceuñas Santa Anna), un inmenso terruño que, por cierto, rara vez era tomado en cuenta por los gobiernos mexicanos de aquel entonces. Así, comenzamos a cultivar una extraña relación contra los gringos, hecha de resentimiento histórico y amor (o si no amor, sí una admiración ilimitada por su estilo de vida, su televisión, sus deportes, su cine, sus estrellitas, etc.). Y como nos rige su economía, se vuelven los perfectos culpables de todo lo que nos pasa: está comprobado, como dice el lugar común, que cuando ellos estornudan a nosotros nos da pulmonía.
Ahora bien, ese territorio perdido se ha vuelto una especie de Arcadia en nuestro imaginario, con todo lo que ello implica de psicológico y obsesivo. Y por supuesto, está también la realidad, porque la migración, no sólo mexicana, ha hecho que buena parte de los Estados Unidos, en especial el sur, sea prácticamente territorio latino, algo que habría estado condenado al fracaso si se hubiera intentado por medio de las armas.
Pero con este asunto de Absolut, lo que sobra son las ironías. Y es que están también quienes se sienten invadidos, y olvidan que los E.U. han sido desde siempre un país de migrantes. Su principal cualidad, esa que los ha hecho uno de los más poderosos del planeta, ahora es vista con recelo por aquellos extremistas que de buena gana expulsarían a todos los sospechosos de ser mexicanos prietos (los calificativos son un mero símbolo que aglomera a migrantes de países de centro y sudamérica). Con esa publicidad han empezado a pregonar que el anuncio tiene tendencia separatista, algo a mi juicio tan impensable como lo de las armas, porque finalmente, lo bello del American dream es el ponerlo en práctica en la propia America. ¿O no?
El siguiente parrafo, que tomo de El universal del día de hoy, abunda sobre las reacciones de la campaña de Absolut:
Para Armando Navarro, profesor de la Universidad de California Riverside, la tormenta desatada por el anuncio [de Absolut] sólo refleja el efecto pendular de un sentimiento antiinmigrante que está a flor de piel entre aquellos “que siempre reaccionan a la mínima provocación para impulsar su agenda contra el movimiento de millones de indocumentados que viven y trabajan en Estados Unidos. El problema de fondo es que, de cada tres niños que nacen hoy en Estados Unidos, dos son de origen mexicano y esa es una realidad que seguirá agitando el debate político”, aseguró Navarro para sumarse así a una lista de especialistas y analistas de tendencias que han sido atacados por hablar de la inevitable reconfiguración demográfica que han traído millones de inmigrantes a Estados Unidos. Como el profesor Gerald Celente, fundador del Trends Research Institute de Rhinebeck, en Nueva York, y uno de los más respetados analistas de tendencias, que ha escandalizado a organizaciones antiinmigrantes al predecir que estados como California, Nuevo México y Texas “volverán a ser demográficamente mexicanos”, tal y como lo ha sugerido metafóricamente el anuncio de vodka Absolut.
Una última ironía: una de las mayores debilidades de latinoamérica es el desmedido crecimiento demográfico. Pues bien, tal parece que ahora podría ser el estandarte en el campo de batalla ideológico, tal y como declara un internauta en la misma nota de El Universal: “la panza de la mujer hispana es la más poderosa arma de la reconquista. Nuestros números pronto sobrepasarán a los fanáticos y a los racistas y nadie podrá detenernos... ¡Viva La raza!”
Ante un futuro como ése, no me queda más que brindar.
Salud.
Sin embargo, también es una herida difícil de cicatrizar, sobre todo para los mexicanos, porque desde las primeras clases de historia nos hablan de ello. Nos enseñan que nos "compraron" bajo términos infamantes (gracias a la rendición del quinceuñas Santa Anna), un inmenso terruño que, por cierto, rara vez era tomado en cuenta por los gobiernos mexicanos de aquel entonces. Así, comenzamos a cultivar una extraña relación contra los gringos, hecha de resentimiento histórico y amor (o si no amor, sí una admiración ilimitada por su estilo de vida, su televisión, sus deportes, su cine, sus estrellitas, etc.). Y como nos rige su economía, se vuelven los perfectos culpables de todo lo que nos pasa: está comprobado, como dice el lugar común, que cuando ellos estornudan a nosotros nos da pulmonía.
Ahora bien, ese territorio perdido se ha vuelto una especie de Arcadia en nuestro imaginario, con todo lo que ello implica de psicológico y obsesivo. Y por supuesto, está también la realidad, porque la migración, no sólo mexicana, ha hecho que buena parte de los Estados Unidos, en especial el sur, sea prácticamente territorio latino, algo que habría estado condenado al fracaso si se hubiera intentado por medio de las armas.
Pero con este asunto de Absolut, lo que sobra son las ironías. Y es que están también quienes se sienten invadidos, y olvidan que los E.U. han sido desde siempre un país de migrantes. Su principal cualidad, esa que los ha hecho uno de los más poderosos del planeta, ahora es vista con recelo por aquellos extremistas que de buena gana expulsarían a todos los sospechosos de ser mexicanos prietos (los calificativos son un mero símbolo que aglomera a migrantes de países de centro y sudamérica). Con esa publicidad han empezado a pregonar que el anuncio tiene tendencia separatista, algo a mi juicio tan impensable como lo de las armas, porque finalmente, lo bello del American dream es el ponerlo en práctica en la propia America. ¿O no?
El siguiente parrafo, que tomo de El universal del día de hoy, abunda sobre las reacciones de la campaña de Absolut:
Para Armando Navarro, profesor de la Universidad de California Riverside, la tormenta desatada por el anuncio [de Absolut] sólo refleja el efecto pendular de un sentimiento antiinmigrante que está a flor de piel entre aquellos “que siempre reaccionan a la mínima provocación para impulsar su agenda contra el movimiento de millones de indocumentados que viven y trabajan en Estados Unidos. El problema de fondo es que, de cada tres niños que nacen hoy en Estados Unidos, dos son de origen mexicano y esa es una realidad que seguirá agitando el debate político”, aseguró Navarro para sumarse así a una lista de especialistas y analistas de tendencias que han sido atacados por hablar de la inevitable reconfiguración demográfica que han traído millones de inmigrantes a Estados Unidos. Como el profesor Gerald Celente, fundador del Trends Research Institute de Rhinebeck, en Nueva York, y uno de los más respetados analistas de tendencias, que ha escandalizado a organizaciones antiinmigrantes al predecir que estados como California, Nuevo México y Texas “volverán a ser demográficamente mexicanos”, tal y como lo ha sugerido metafóricamente el anuncio de vodka Absolut.
Una última ironía: una de las mayores debilidades de latinoamérica es el desmedido crecimiento demográfico. Pues bien, tal parece que ahora podría ser el estandarte en el campo de batalla ideológico, tal y como declara un internauta en la misma nota de El Universal: “la panza de la mujer hispana es la más poderosa arma de la reconquista. Nuestros números pronto sobrepasarán a los fanáticos y a los racistas y nadie podrá detenernos... ¡Viva La raza!”
Ante un futuro como ése, no me queda más que brindar.
Salud.
6 comentarios:
Brindemos con vodka el brillo efusivo de la verdad en torno a las heridas nunca cicatrizadas de este continente.. Gracias por pasar por mi blog, bienvenido cuando quieras.
Un abrazo
Evidentemente, el asunto mueve. De ahí la respuesta de una relación para siempre incómoda. Bien por Absolut, es raro que un anuncio provoque reacciones y vaya más allá de la simple estética.
De ahí a que México vaya a recuperar un territorio con el cual no podría hacer nada, hay un mundo. Creo o más bien espero que vayamos hacia un mundo donde se borren las fronteras....
La historia juega malas pasadas. Está visto que no se pierde en verdad nada que haya sido nuestro alguna vez. Los mexicanos -por las razones que sean, eso no importa ahora- han iniciado una gradual reconquista y eso molesta mucho a los yanquis. Es como el boomerang que regresa: lo que ellos le infligen a México -dependencia económica, TLC, etc- se vuelve en su contra. Por eso adoro la historia. Las lecciones se tardan pero llegan. Cómo les gustaría ahora mismo tener de este lado del río a otro Santa Anna!
Cierto lo de las heridas, Manuel, y te reitero que estaremos en contacto.
Lo curioso, Alexia, es que hubo una tensa reacción por parte de algunos grupos un tanto radicales, amenazaron con boicot económico y el anuncio se retiró en pocos días, porque finalmente se trata de publicidad. Sin embargo, la polémica que desató no se va a retirar tan fácilmente como la campaña...
Es verdad lo que dices sobre la historia, Maykel, aunque sus efectos, para bien y para mal, ahorita ni siquiera los podamos imaginar.
En fin, saludos a todos y nos estamos leyendo.
¿Y el que sea vodka no tiene que ver?
En serio, interesante la entrada. Y sí, Maykel, la Historia, pero qué lenta, qué de vueltas y revueltas. Tiene que ser así. ¿Tiene que ser así?
Saludos.
lo que me parece rescatable del anuncio, fuera del tema concreto sobre la negociación justa o no de los límites territoriales de su grandioso país, es la fe de los propietarios de esta fina destilería, en la publicidad como invitación a la discusión. Es como si hubiesen propuesto un tema de los largos conversatorios que se darán, al lado de su elixir de granos. Y quién se resiste a hablar de política cuando tiene un trago bien frío cerca y varios más dentro, calentándolo como si fuera volcán? sólo los mesurados y le aseguro que yo no soy uno.
saludos.
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