martes, 21 de julio de 2015

El cuerpo de Dios


De pronto tuve una certeza: el universo es el cuerpo de Dios. Cada estrella que refulge en su propia soledad es uno de los átomos que lo componen; cada galaxia, una célula. El inicio de los tiempos no es más que ese momento de lucidez que tuvo luego de un lento y resacoso despertar...
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Imagen: Adam Kadmon, de Hildegard von Bingen

1 comentario:

Anónimo dijo...

creí ver pero no estoy seguro de "su" revelación; el lenguaje luminoso (u obscuro) lleva su tiempo labrarlo; ahí le va... creí ver como una revelación que es Dios, o los dioses, y pronto podría ser una revelación de cada quién, que además esa revelación es simplemente un destello que es permanente mas no permanente; ya lo sé que usted no lo revelará y no espero que revele lo que quiso decir, un poema no se explica, digamos, fue un simple arrebato de sinceridad.