lunes, 28 de diciembre de 2009

El tiempo y sus ciclos

Según Henry Bergson, el tiempo sólo puede tener significado a partir del movimiento, pues si existiera un solo segundo de universal estatismo, el tiempo perdería de inmediato su razón de ser, o al menos esa que solemos achacarle. Además, con el tiempo viene la duración, ese lapso en el que algo consigue tener percepciones sensibles hasta que finalmente regresa al interminable reciclaje de la materia inanimada. Es por ello que la eternidad resulta tan difícil de concebir para nuestras imperfectas imaginaciones humanas, pues al carecer de principio y fin, puede representar un ejemplo asaz terrorífico del estatismo, y de ahí las más alocadas teorías acerca del “principio y fin” del universo, como la muy conocida del Big Bang, que si acaso alguien me pregunta, está tanto o más fumada que pensar en la idea de un Creador.

No trato de generar polémicas inútiles con respecto a la religión o la ciencia, sino que hoy, al despertar con este nuevo ciclo encima de mi cabeza, recordé ciertos momentos que han sido de mucha o nula trascendencia en mi vida, cosas que he dejado pasar, felicitándome o arrepintiéndome después, o algunas otras que agarré al vuelo, si se me permite semejante expresión. Los amores que he podido padecer y disfrutar, y aquellos otros que miro como si por siempre me separara de ellos un grueso cristal ciego, como esos un tanto narcisistas que no permiten mirar hacia afuera. Pienso en lo que nunca lograré, más que nada por no despertarme un interés real, y en los sueños que, gracias a una necedad que fácilmente se confunde con la voluntad, he conseguido con rabiosa satisfacción. En fin, pienso que en la duración que ha tenido mi vida hasta el momento puedo sonreír, a veces hasta la carcajada, con varios episodios, y con otros se me taponea la garganta al punto de convertir mis ojos en temblorosos pozos de agua.

Hoy por la mañana puse a todo volumen Time de Pink Floyd (por supuesto la canté a grito pelado), y creo que nunca había sentido con tanta intensidad las estrofas de esta rolita, pese a que desde hace bastantes años es una de mis favoritas de todos los tiempos. The sun is the same in a relative way but you're older… dice en algún momento Roger Waters, y con semejante frase veo que los sueños no cumplidos están en ese punto en el que consiguen amargar a ciertas personas o las instalan definitivamente en la conformidad.

¿Qué podría seguir en adelante? ¿La mediocridad? ¿El despegue definitivo de ese destino que desde hace tiempo acaricio con manos, por decirlo así, crispadas? Y de ser así, ¿hasta cuándo durará? ¿Tendrán realmente algún sentido estos instantes que tarde o temprano se perderán como gotas en el mar? Mejor dejo ahí las preguntas, antes de dejarme llevar nuevamente por las vanas posibilidades que aún se vislumbran en este camino…


* Imagen: La persistencia de la memoria, de Salvador Dalí (1931)


2 comentarios:

Gustavo López dijo...

Esta vez no he leído tu entrada, querido Víctor. Te explico por qué: resulta que venía con unas ideas a modo de saludo y ahora se perderán, o acaso se trasformarán.
Vos venís a hacer la entrada hoy. Compartimos ese pulso por escribir y también el placer de oír a Pink Floyd o de contemplar a Salvador Dalí... Reitero que ahora escribo sin haber leído tu entrada. Por eso me parece oportuno (nunca está de más) recordar que Borges manifestaba que la mejor forma de recibir el año era tomar nota de algunos versos. Recuerdo al colosal Drummond que decía: En ti mismo mucha cosa ya expiró / otras acechan la muerte, pero estás vivo.
Este fue un año nuevo.
Después de aquel sueño que tuve cuando escribiste «Mirar la vejez» iniciamos una etapa mucho más personal, intercambiamos nuestros libros y escribimos no pocas hermosuras acerca de ellos.
Ahora vos estás trabajando en el logo y yo subí a wordpress tu texto sobre mi novela. Elegí este título: «Sondeos en el caos», tal vez más fulgurante, por usar una expresión tuya, que el propio de la novela, y , por representar más o menos lo mismo, ahora me hace pensar si acaso no me lo habrás transmitido subliminalmente.
Me divierte hacer sondeos en el tema del crimen y fue por esa vía que llegué a una ilustración para tu lectura preliminar. Una ilustración que me gusta mucho y que aligera un poco, creo, el peso o la sordidez del escrito, algo que yo no sentí cuando lo escribía, porque para mí fue una diversión también. Una diversión arriesgada, pero diversión al fin.
Bueno, querido amigo, no quiero darte más lata acá y en este día. Solamente expresarte toda mi felicidad por el año que compartimos y desear muchas más cosas para el próximo. Abrazo... de piedra. No es un feo nombre para una editorial, ja ja
Te aprecia, Gustavo.

Víctor Sampayo dijo...

Cierto que comenzamos una nueva etapa, Gustavo, y creo (no sé si por la resaca de optimismo que me dejó este inicio de año) que dicha etapa será mucho más intensa creativamente hablando, o al menos eso espero. En cuanto a "Sondeos del caos", me agrada mucho el título, y creo que va mucho más ad hoc con la novela. Pero mejor hablemos más bajito, no sea que alguien nos esté escuchando y vaya de chismoso, jejeje. Un abrazo fuerte, Gustavo, y veremos qué pasa en los próximos días...